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Colegio Militar
El punto de partida de toda investigación es la definición adecuada del problema. El proceso de investigación tiene como meta el conocimiento de determinada problemática. Precisamente, el enfoque científico consiste en dar respuesta a una pregunta surgida de la observación de un problema, exponiendo cuestiones evidentes que fundamenten una teoría. Las teorías surgen como una respuesta al ¿por qué? (este por qué es el problema) y sirven para ordenar las observaciones a fin de explicar y predecir los fenómenos. “El verdadero problema de invstigación es el que pregunta por conocimientos desconocidos para todos en un momento dado”.
3.2 Planteamiento del problema
3.3 Etapas para plantear el problema
3. Expresión de los términos del problema de tal manera que sean operativos. La operatividad de los términos del problema se refiere a que en éstos puedan señalarse los elementos y operaciones específicas necesarios para su manejo adecuado. Los términos son las palabras que se utilizan al formular el problema. Para que estos términos sean correctos deberán reunir las siguientes características:
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Empíricos: es decir que sean verificables por la experiencia.
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Fidedignos: un término es fidedigno cuando cualquier investigador o estudiante lo entiende de la misma manera en que es definido en el trabajo de investigación, de tal forma que no pueda confundirlo con otro fenómeno parecido.
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Válidos: se refiere a que los términos del problema designen exactamente el fenómeno estudiado.
4. Plantamiento del problema en forma de pregunta. Una vez que se ha delimitado el problema en términos operativos y que se ha definido, la siguiente etapa consiste en plantearlo en forma de pregunta. El dar respuesta a las preguntas planteadas implica la construcción de un marco teórico conceptual, del que deben derivarse una o más hipótesis que ofrezcan una explicación a los cuestionamientos sujeta a comprobación.
5. Establecimiento de los objetivos de la investigación. Los objetivos son el punto de referencia del estudio que se realice, ya que son los resultados o fines que se pretenden lograrr con el proceso de investigación. Deben establecerse con precisión y claridad ya que todos los esfuerzos y recursos de la investigación serán encaminados a su logro. Algunos criterios que deben observarse para el establecimiento de objetivos son:
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Delimitarse en un tiempo específico.
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Establecerse por escrito.
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Redactarse con sencillez, claridad y precisión.
Los objetivos de la investigación pueden ser generales, o sea, los que se pretenden alcanzar al término del proceso y objetivos intermedios, aquellos que se van obteniendo durante la consecución de las diversas etapas por las que atraviesa la investigación. El contar con objetivos claros y bien definidos es importante para trabajar con eficacia y eficiencia en el proyecto.

Etapas del planteamiento de un problema

Por tanto, el éxito de cualquier investigación dependerá de que el problema en estudio sea definido adecuadamente. Una de las dificultades más grandes que afronta el investigador es plantear y delimitar el problema, ya que el interrogarse adecuadamente acerca de la realidad circundante y plantearse problemas que sean relevantes, exige talento y habilidad.
Plantear problemas demasiado genéricos origina que el investigador se “pierda” en un mundo de datos sin poder llegar a conclusiones específicas. Por otra parte, el planteamiento de problemas poco significativos o irrelevantes implica pérdida de esfuerzo y recursos en una investigación que no aporta beneficio alguno a la sociedad.
Por tanto, la definición y planteamiento del problema son vitales en el proceso de investigación y es el fundamento para describir adecuadamente los objetivos, el contenido, la metodología y la justificación del estudio que se va a realizar.
La definición del problema requiere una observación más o menos estructurada. Surge del planteamiento de una serie de preguntas que nacen de la observación del área del tema que se va a estudiar y de obtener información lo más completa posible acerca de ese problema, acudiendo para ello a fuentes bibliográficas, especialistas del área y todo tipo de revistas que permitan conocer si el problema elegido tiene importancia y relevancia científica, contemporánea y humanística; de esta manera se elegirán problemas significativos para la ciencia y la sociedad.

“El planteamiento de un problema es reducirlo a sus aspectos y relaciones fundamentales a fin de poder iniciar su estudio intensivo”. No existen fórmulas o recetas para definir el problema, ya que cada uno requiere, para su planteamiento de procedimientos que se adapten a sus características propias. El planteamiento del problema implica las siguientes etapas:
1. Formulación clara y precisa del problema. Es decir, definir el problema, su entorno y sus relaciones de la manera más específica posible. Para definirlo será necesario partir del planteamiento de una o varias preguntas con base en el problema específico por el que se tenga interés.
2. Determinación de los límites del problema. Es necesario delimitar el problema de investigación en cuanto a tiempo, espacio y contexto socioeconómico. Es importante situar el problema en su contexto social, económico y político, para no olvidar sus características peculiares al realizar la investigación.